jueves, 24 de febrero de 2011

Actividades Impacto frente a Procesos

Hace unas fechas me preguntaban acerca de la lucha actual de las Actividades Impacto frente a los Procesos, relacionado con la educación no formal, y lo primero que respondía era que es uno de los temas que están de más actualidad en el mundo de la animación.

Las actividades impacto han seguido imponiéndose con los jóvenes como principales destinatarios, frente a la actual crisis de los procesos juveniles ya asentados desde hace años o de reciente creación. ¿Por qué están funcionando mejor las actividades impacto que los procesos?

Multitud de alternativas. La oferta de ocio y formación dentro de la gama de actividades impacto es enorme. Estas actividades tienen repercusión antes de realizarse, ya que suponen una llamada de atención a los jóvenes, un impacto a sus intereses. La publicidad previa a estas actividades tiene casi más repercusión que la propia actividad en si.

Cantidad frente a calidad. Al igual que el Tiempo Libre está copiando aspectos muy positivos de la vida empresarial, también se ha llevado algún aspecto negativo, como puede ser la necesidad de contar con cifras, números, resultados cuantificables.
Lo cual ha generado que surjan por parte de administraciones públicas, o entidades privadas una oferta ingente de actividades. Cuantas más actividades más participantes mejor, o eso es lo que genera.

Es un círculo cerrado del cual es difícil salir, se solicitan subvenciones o se pretenden conseguir unos objetivos, las subvenciones u objetivos hay que justificarlos con memorias y números, y se ofrecen acciones para rellenar esos números.
Con las actividades impacto estamos vendiendo cantidad frente a calidad, numeros frente a personas.

Compromiso. Una de las frases que más me llama la atención cuando me la dicen es: “los jóvenes de hoy no tienen el mismo compromiso que los jóvenes de hace años”. Seguro que os suena, evidentemente, no es el mismo tiempo, no es la misma educación, inclu
so no son las mismas posibilidades, y los más importante, no son los mismos jóvenes, por lo tanto el compromiso no es el mismo.


Como ya hemos hablado, estamos educando en una sociedad de conseguir los objetivos a corto medio plazo, no a largo plazo, por lo tanto los jóvenes no ven en los procesos juveniles una forma de conseguir lo que quieren, al contrario que las actividades impacto, las cuales no les suponen un compromiso muy grande al ser de una duración muy reducida, y consiguen sus objetivos a corto o largo plazo.

Referentes. Y una de las más preocupantes, la falta de referentes para los jóvenes. Para llevar a cabo un proceso para un grupo de jóvenes, se necesita un referente, un líder, una persona que tire del grupo, que les acoja, que les acompañe y en el camino con su presencia esté educando a esos jóvenes. Pero carecemos de esos líderes.
Por lo tanto, para llevar a cabo un proceso necesitamos personas de referencia, y si nos faltan, no podemos tener un proceso de calidad, pero si, una actividad impacto.

No quiero terminar aquí este post, en artículos siguientes trataré de nuevo el tema de los procesos juveniles.

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