¿Qué puede intoxicar a un Equipo de Trabajo de Educadores?

En la mayoría de los casos en el Tiempo Libre, los educadores trabajamos en Equipo, ya sea en grupo de monitores para un campamento, equipo de trabajo en un proyecto, o simplemente los compañeros de trabajo en una entidad.

Trabajando en Equipo sufrimos los elementos dañinos relativos al propio trabajo en equipo, estos elementos consiguen que el Equipo no solo enrarezca su clima de trabajo, sino que consigue reducir su productividad y hacer del trabajo en Equipo una herramienta negativa para conseguir nuestros objetivos.

Los Equipos de Trabajo que desempeñan su labor en el Tiempo Libre suelen ser grupos con una edad media muy joven, y esta media de edad, aumenta en los Grupos de Trabajo de Educadores que trabajan en una entidad de una forma continuada, al ser diferentes edades, los elementos tóxicos son diferentes, ya que las necesidades de las personas no son las mismas.

Mala comunicación. Uno de los mayores problemas dentro de cualquier equipo de trabajo es la mala comunicación entre sus miembros. En el post de los Ladrones de Tiempo, ya hablamos de la mala comunicación. Pero quería añadir a este respecto todo lo relativo a los rumores o los comentarios entre compañeros, la crítica no constructiva, el hablar negativamente de los compañeros, todo perjudica el ambiente de trabajo y divide al Equipo.

Desmotivación de los educadores. El burnout o el queme profesional de los educadores puede venir derivado de varios elementos:

-          el cansancio emocional,

-          la no realización profesional,

-          la duración real de nuestro trabajo o

-          la incapacidad para desconectar del trabajo.

El burnout puede evitarse en gran medida con espacios de formación conjunta o espacios de reflexión y puesta en común, pero de esto ya trataremos más adelante.

La desmotivación de un solo miembro del Equipo afecta a todo el equipo.

Invisibilidad de los resultados. El trabajo de educador es un trabajo constante, del día a día, en el que los resultados llegarán a medio o largo plazo, y en ocasiones no seremos conscientes de ellos porque no lo podemos cuantificar. Una empresa mide sus logros en los beneficios económicos, pero un educador no puede cuantificar el porcentaje de mejora de un joven en riesgo de exclusión social.

Esa imposibilidad de ver los resultados puede hacer crecer la desmotivación del Equipo de educadores o la pérdida del sentido de la misión del trabajo.

Mala organización. El Equipo de trabajo debe estar bien organizado, los objetivos y los procesos de trabajo deben estar bien definidos, y en muchos casos, en el ámbito de la educación no formal y la intervención social, el mayor problema es que el trabajo no está definido.

Comenzando por el jefe. En nuestro ámbito de actuación necesitamos no solo jefes, sino que precisamos líderes en el Equipo de trabajo. Que exista confianza en el Equipo de Trabajo, que proporcione seguridad y asesoramiento a sus trabajadores, y que  potencia la posibilidad de desarrollarse profesionalmente.